3-Más análisis y objeciones al e-documento

El nuevo documento se complementa muy bien con un sistema de reformas políticas que sigo elaborando. Veamos casos particulares:
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Acabo de escuchar que se llega a un juicio oral de una causa iniciada en 1999, o sea hace 6 años. Tanta demora para mi es inaceptable. Creo que hay que analizar con detalle tal lentitud y ver como podemos acelerarla. Pero estoy seguro que una causa fundamental es la demora de las notificaciones y la toma de conocimiento de los distintos trámites que se suman al expediente. En ambos (y también en otros) la tecnología informática puede producir importantes mejoras, simplificando, acelerando y ¡abaratando! los trámites. El documento informático puede servir para notificaciones instantáneas pues con él, el notificado puede acreditar su identidad sentado frente a su computadora, en su casa o donde fuere. Pero todo eso requiere una organización, un sistema político que pueda ver y comprender el significado del adelanto tecnológico (ahora tengo mejores explicaciones y sistemas más modernos elaborados) .
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El nuevo documento es una facilidad que nos brinda la tecnología, creo que con grandes ventajas respecto al sistema actual. Que eso va a limitar la libertad, no lo creo. En todo caso acentuará las posibilidades de control indebido de un gobierno despótico, pero esto es una vocación y no una oportunidad. Ninguno de esos tipos de gobiernos que hubo en la historia necesitó tal documento para serlo. Una administración garantista de las libertades individuales lo será y más eficientemente con esa herramienta.
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Estoy de acuerdo en que los adelantos tecnológicos en general, no hay que adoptarlos a libro cerrado. Un padre que se negaba en su momento a comprar el televisor porqué temía que su hijo se pasara el día frente a la caja boba, estaba condenado al fracaso. Pero por supuesto que sus razones eran atendibles y válidas, y se requería alguna solución a nivel social y familiar.
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El sostema se está aplicando en otros países como España y muy pronto también en Gran Bretaña, donde se carecía por su cultura documental. Hace años que la realidad nacional argentina nos hace ser desconfiados y con cierta razón. Algo así como que todos desconfiamos de todos. Y curar ese daño llevará el tiempo que se requiere para no dar lugar a tanta desconfianza. En este caso se podría confiar en una organización de entidades de bien público, que existen muy buenas. En ellas se confía mucho más que en las autoridades y partidos políticos. Esas ONG podrían supervisar la votación electrónica muy bien. Yo quisiera proponerlo pero no se a quién ni como llegar, ni los mecanismos para hacerlo. Como digo en otra nota, se puede implementar el voto electrónico cambiando muy poco, casi nada, pero de forma muy directa y fácil.
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Quisiera mostrar que mis propuestas están pensadas como un sistema y no como una serie de leyes y procedimientos aislados unos de otros. Si ven mis notas en conjunto creo que se ve esto con claridad. Ahora agrego esta sugerencia que se complementa con todo lo demás: Se trata del documento electrónico que es como una tarjeta de crédito con una serie de datos y técnicas que la hacen prácticamente imposible de falsificar. Este cumpliría múltiples funciones. Veamos: 1)una persona frente a una PC puede mostrar su tarjeta y la máquina confirma la identidad sin lugar a dudas. Con ello podría a)certificarse a si mismo para operaciones bancarias, b)identificarse ante terceros por cualquier causa, c)votar cualquier cosa sin salir de su casa. d) operar el sistema de moneda contable,... 2) En cuanto a la seguridad: e) la policía podría poner la tarjeta en una PC, móvil incluso, y podría saber a ciencia cierta el currículo personal, f) gran facilidad para encontrar personas buscadas. g)un registro computacional a la entrada de un banco o negocio, o lo que fuera, y con eso queda seguro que no puede tratarse de un ladrón. Esta tarjeta es tan pero tan útil, más aún en Argentina, que no comprendo porqué aún no la implementaron Horacio